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¿Para qué sirven los los manglares marinos?

Un salto a la naturaleza
Publicado el 04 de Marzo 2022

¿Para qué sirven los los manglares marinos?

¿Para qué sirven los los manglares marinos?

1 06 min

Por: Yovany David Razo Ortega

Los bosques de mangle, también conocidos como manglares, son un ecosistema formado por especies de plantas fanerógamas, leñosas de morfología arbustiva a arbórea y que en México se distribuyen en las costas del océano Atlántico, océano Pacífico y el mar Caribe, ocupando, prácticamente, todos los límites del territorio mexicano continental con el territorio marítimo del país. Debido a esto, los manglares se forman en regiones de agua salobre, que es el resultado del aporte de agua dulce por parte de la desembocadura de ríos exorreicos, que forman deltas o estuarios, y el aporte de agua salada de los océanos, que llega principalmente por causa de las corrientes y mareas. Esta posición geográfica de los manglares les confiere un sinfín de características únicas, en el sentido biológico y ecológico, que, con todo lo anterior mencionado, los define en sí mismos como un ecotono.

En sentido estricto, los mangles no están formados por sólo una especie de planta, sino que más bien son 4 especies las que pueden ser reconocidas bajo esta denominación, siendo éstas, Avicennia germinans (mangle negro), Rhizophora mangle (mangle rojo), Laguncularia racemosa (mangle blanco) y Conocarpus erectus (mangle botoncillo). Las diferentes especies de mangle se encuentran distribuidas dentro del sistema de acuerdo a los mecanismos que han desarrollado para su establecimiento y permanencia en estas regiones salobres, pues, aunque todos son organismos eurihalinos, cada especie resuelve de distinta forma las variaciones de salinidad en el agua.

Haciendo énfasis en este tema se pueden describir  algunas características de estas adaptaciones para las aguas salobres y como estas rigen su distribución; por ejemplo, la especie que se encuentran más cercana al agua y que, por tanto, se encuentra sumergida la mayor parte del tiempo es el mangle rojo, que ha desarrollado modificaciones en sus raíces como prolongaciones curveadas llamadas zancos, que sobresalen del agua, sumado a otro tipos de raíces que se conocen como neumatóforos, que también son prolongaciones pero éstas son más delgadas y que sobresalen del suelo donde habita el árbol; otras tantas adaptaciones que pueden ser mencionadas en general para las especies de mangle son, la “viviparidad” de las semillas, glándulas de sal en las hojas, maderas de alta densidad, suculencia de hojas, y entre otras.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana número 59 promulgada por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en su revisión del 2010 (NOM-059-SEMARNAT-2010) las especies 4 especies de mangle (Avicennia germinans, Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus) se encuentran en la categoría de riesgo de amenazadas, lo que es un reflejo de la poca importancia que se le ha dado en nuestro país a estas especies tanto de forma individual como al ecosistema en sí mismo, pues, como se había mencionado anteriormente, conforman un tipo de sistema único, confinado a áreas particulares que lo llevan a mantener características sustancialmente diferentes en cuanto a otros ecosistemas individuales y a otros ecotonos.

La importancia de un ecosistema puede entenderse a partir de diferentes niveles, tales como la ecología, la biología y la economía; que entre estos no deben estudiarse de forma individual, sino que, para un manejo adecuado y sostenible del sistema, deben ser vistas y abordadas en conjunto para crear un efecto sinérgico.

El uso de los recursos naturales a lo largo de la historia de la humanidad es claro y bien documentado, pues a partir de estos, como la domesticación de plantas y animales, se ha desarrollado esta misma, sin embargo, el aprovechamiento de recursos no se limita a un solo componente del sistema, sino que también, de forma indirecta y casi que por coincidencia, los ecosistemas también han brindado oportunidades de desarrollo y establecimiento por medio de lo que se le conoce como servicios ecosistémicos; que pueden definirse como la obtención de un beneficio proveniente de los ecosistemas, con la particularidad que estos beneficios son un resultado “secundario” de los procesos naturales e interacciones que se llevan a cabo en los sistemas en sí.

Los manglares proveen por sí mismos una gran cantidad de servicios ecosistémicos que si bien, pueden no parecen tener un gran impacto, existen poblaciones ligadas directamente de forma económica, habitacional, espiritual, etc, con el ecosistema, que constan de la importancia de estos. El primer servicio ecosistémico brindado por los manglares que podemos mencionar se encuentra en las redes tróficas, siendo, como buenas plantas, los productores primarios como una de las etapas más básicas de las redes, dando sustento a los niveles tróficos superiores como son los herbívoros, carnívoros y así sucesivamente hasta que aportación por parte del árbol de mangle como tal, llega de vuelta a ellos mismos con la degradación de la materia orgánica y su aprovechamiento como nutrientes; que, sobre esa línea, el suelo donde habitan los manglares son una buen fuente de nutrientes debido a la fijación de resultado de las interacciones con micro y macro organismos, además del aporte del agua dulce de los ríos que viene con una gran cantidad de nutrientes por al arrastre de estos mismos, convirtiendo a los manglares un buen reservorio de nutrientes.

Otro elemento importante que tiene que ver con la productividad mismas de los árboles de mangle como organismos fotosintéticos, pues son los responsables de la captación del gas de efecto invernadero dióxido de carbono (CO2) y de la liberación de oxígeno atmosférico (O2) es aprovechado para la respiración celular de la que, en efecto, los humanos también nos beneficiamos.

Los manglares al ser catalogados como ecosistemas son sumamente complejos, por lo que la cantidad de servicios que brindan son, por lejos, pocos y de diferentes índoles, por ejemplo y, de forma paralela con los arrecifes de coral, la presencia misma del conjunto de árboles, tiene la capacidad de ser una barrera sumamente eficiente contra el oleaje proveniente del mar lo que los hace buenos controladores de inundaciones para los establecimientos humanos cercanos a estos; que también tiene que ver con la dinámica hidrológica de la región, pues así mismo, como evita la entrada de agua salada a los sistemas hidrológicos continentales, evitando así una variación en las condiciones establecidas de estos sistemas, manteniendo así la proporción adecuada de diferentes factores; también evita la salida de un exceso de agua dulce del continente, evitando de igual forma lo que se explicó anteriormente, pero además, evita la salida de nutrientes que, de no estar los manglares, podrían causar un proceso de eutrofización de las aguas más cercanas a las costas.

El siguiente punto qué, si bien está directamente relacionado con los servicios ecosistémicos que los manglares pueden ofrecer, pero que por sí mismo es un tema de discusión, es el de la diversidad biológica que se puede encontrar en estos dado que son la combinación de dos sistemas en particular, la cantidad de especies que alberga un manglar se aumenta de forma significativa, pues estos comparten hábitat a la orilla, sobre y entre los árboles de mangle; iniciando con los mangles en sí la diversidad de otras especies vegetales es muy variada, contando incluso con plantas superiores herbáceas y arbustivas, algunas cuantas epífitas incluso, otros organismos fotosintéticos son las algas, que pueden encontrarse desde las macro, como verdes o rojas, y las micros como diatomeas y dinoflagelados. En conjunto con estas se pueden encontrar claramente hongos y bacterias como parte de los organismos degradadores de materia orgánica. Los animales son, además, de más fácil de observar y medianamente identificar, otro grupo de organismos a mencionar, y dentro del sistema podemos observar cocodrilos, iguanas, lagartijas, y otros herpetozoarios como ranas; incluso algunas especies de tortugas. Los mamíferos no quedan exentos de su presencia en este ecosistema, pues se encuentran bien representados desde los marsupiales con el conocidísimo tlacuache e incluso una gran cantidad de roedores. Los artrópodos como insectos o arácnidos también se encuentran bien representados.

A costa de mencionar a las aves, se da por entendido la diversidad de otros grupos de animales que están presentes aquí, ya que las aves son una clave para el entendimiento de la importancia de los manglares, pues es además del hábitat de muchas especies nativas del país, es una zona de descanso para aquellas aves migratorias que usan nuestro país como escala hacia su destino final, las aves en este entendido han recibido gran atención para su cuidado, ya que para muchas aves, las migraciones representan una oportunidad para sobrevivir gracias a la obtención de recursos en otras regiones diferentes a las que habitan la mayoría del tiempo y además de que son parte del ciclo reproductivo de estas. Para ello, existe una buena cantidad de estudios científicos que lo estudian y avalan que los manglares y las aves están unidos en su desarrollo.

El último tema a desarrollar es el económico para los manglares puede que pase por desapercibido en comparación con los temas ecológicos y biológicos descritos, sin embargo, es parte fundamental para el entendimiento y mantenimiento de estos ecosistemas; los manglares son aprovechados en muchos de sus componentes, comenzando directamente con la madera de los árboles gracias a que estos tiene una madera muy densa por lo que esta se usa para la fabricación de diferentes objetos que principalmente son destinados a la construcción, como pilotes, tablones de madera, traviesas; incluso se utiliza para construcción postes de teléfono, barcos y muelles, haciendo de la madera de los mangles, un recurso preciado y útil. Gracias a los avances tecnológicos, se han desarrollado nuevas formas de obtención de energía, si bien en México el uso de estas no sea apoyado y menos financiado, en otros continentes tales como Asia y en particular en Vietnam, Malasia e Indonesia, se ha usado a los árboles de mangle como fuente de carbón vegetal; dejando en evidencia el largo camino de desarrollo que le queda a nuestro país por recorrer.

En función de la diversidad biológica que puede estar presente en los manglares como se describió anteriormente, se pueden obtener diferentes beneficios económicos, y uno de ellos se da al colocar y desarrollar granjas de acuicultura de camarón y algunas especies de peces o bien, directamente, aprovechar siempre con un enfoque sostenible, las poblaciones que abundan naturalmente de peces y de algunos otros productos del mar. De igual forma con tanta diversidad de animales y organismos fotosintéticos como pueden ser algas y otras plantas superiores, sumado a la belleza misma del ecosistema, el atractivo turístico hacia estos es muy grande, pues aquí podemos encontrar cocodrilos que descansan plácidos a la orilla, aves que inundan el aire con su canto y algunos insectos que por sí mismos son motivo de admiración; esto es la base para desarrollar el ahora llamado eco-turismo que puede ser llevado a cabo en los manglares que es, por mucho, una de las mejores experiencias que se pueden cumplir si alguien está dispuesto a convivir y conectarse con la naturaleza. Para esto, las actividades de concientización y educación ambiental son vitales tanto para que éste, y claro otros, ecosistemas se mantengan saludables y capaces de realizar sus procesos naturales; es por ello que la creación de planes de manejo y programas de educación y que sean aplicados, son fundamentales, con acciones como impartir pequeños talleres, platicas, cursos y etc, la población en general puede conocer y asombrarse con los manglares.

Los manglares finalmente son sitios de alto valor económico, ecológico y biológico, además de que son sitios muy importantes para la investigación científica, la divulgación científica y la educación. En conjunto con la normatividad nacional e internacional, deben ser protegidos por las comunidades que habitan cerca a ellos y, todos los que decidan visitarlos, deben tener el mismo respeto y cuidado hacia ellos porqué, al final de cuentas, le pertenecemos a la naturaleza y no al revés.


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