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“En ciencia también pasa”, una campaña para visibilizar las situaciones de desigualdad de género en la ciencia

Resumen quincenal
Publicado el 09 de Febrero 2022

“En ciencia también pasa”, una campaña para visibilizar las situaciones de desigualdad de género en la ciencia

“En ciencia también pasa”, una campaña para visibilizar las situaciones de desigualdad de género en la ciencia

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La campaña, impulsada por el CREAF, presenta una colección de viñetas satíricas ilustradas por Javier Royo que representan historias reales y propias compartidas de manera anónima por las investigadoras del centro. En ellas, se hace referencia a problemas de género como el síndrome del impostor, los prejuicios externos y el mansplaining.

“Ah, pero, ¿eres tú la jefa?”. Una frase y una cara de sorpresa que hablan por sí solas. El investigador no da crédito a lo que acaba de descubrir: una mujer joven es la líder de su nuevo proyecto de investigación internacional. Experiencias reales como esta son la base del lema “En ciencia también pasa”, la campaña que el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) lanza esta semana en conmemoración del Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia.  

El proyecto presenta una colección de viñetas satíricas ilustradas por Javier Royo que representan diferentes situaciones de desigualdad de género que se viven habitualmente en el mundo científico. De la mano del hashtag #aquipasa, cada una de estas viñetas buscan apelar a hombres y mujeres, y a centros de investigación a que se unan a este debate y a dar visibilidad a las situaciones inverosímiles –pero ciertas– que se dan en el ámbito científico.

La contaminación del mar por plástico llega a niveles preocupantes

La contaminación por plástico en el mar está alcanzando niveles preocupantes y seguirá creciendo incluso si se toman medidas significativas ahora para evitar que esos desechos lleguen a los océanos, según una revisión de cientos de estudios académicos.

La revisión del Instituto Alfred Wegener de Alemania, que realiza investigaciones en el Ártico, el Antártico y los océanos de latitudes altas y medias examinó casi 2 mil 600 trabajos de investigación sobre el tema para ofrecer una visión general antes de una reunión de Naciones Unidas a finales de este mes.

“Lo encontramos en las fosas oceánicas más profundas, en la superficie del mar y en el hielo marino del Ártico”, sostuvo la bióloga Melanie Bergmann, coautora del estudio, que se publicó ayer.

Algunas regiones, como el Mediterráneo, el este de China y los mares Amarillos, ya contienen niveles peligrosos de plástico, mientras otras corren el riesgo de contaminarse cada vez más en el futuro, descubrió. Los autores concluyeron que casi todas las especies del océano se han visto afectadas por la contaminación plástica y que está dañando ecosistemas importantes como los arrecifes de coral y los manglares.

A medida que el plástico se descompone en pedazos cada vez más pequeños, también ingresa a la cadena alimentaria marina y es ingerido por todos, desde ballenas hasta tortugas y plancton diminuto.

Sacar ese plástico del agua nuevamente es casi imposible, por lo que los formuladores de políticas deberían concentrarse en evitar que más de ese material ingrese a los océanos en primer lugar, destacó Bergmann.

Algunos de los estudios mostraron que incluso si esto sucediera, la cantidad de microplásticos marinos seguiría aumentando durante décadas, precisó.

Descubren cómo chimpancés tratan sus heridas con insectos

Para curar heridas, los chimpancés atrapan insectos y los aplican directamente sobre la zona afectada.

Los científicos observaron este comportamiento en chimpancés en Gabón, sobre la costa atlántica central de África, y notaron que no solo usan insectos para tratar sus propias heridas, sino también las de sus pares.

La investigación, publicada el lunes en la revista Current Biology, marca una contribución importante al debate científico sobre la capacidad de los chimpancés, y de los animales en general, para ayudar desinteresadamente a los demás.

Es como "cuando vas a la escuela y lees en tus libros de biología las cosas asombrosas que pueden hacer los animales", dijo a la AFP Simone Pika, bióloga de la Universidad de Osnabruck en Alemania y coautora del estudio. "Creo que esto realmente podría ser algo que termine en esos libros".

El proyecto comenzó en 2019, cuando se observó a una chimpancé hembra adulta llamada Suzee inspeccionar una herida en el pie de su hijo adolescente.

De repente, Suzee atrapó un insecto en el aire, se lo metió en la boca, aparentemente lo apretó y luego lo aplicó sobre la herida de su hijo. Tras quitar el insecto de la herida, lo aplicó otras dos veces.

La escena se produjo en el Parque Nacional de Loango, en la costa atlántica de Gabón, donde investigadores estudian a un grupo de 45 chimpancés centrales, una subespecie del chimpancé común en peligro de extinción.


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