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Victor Manuel Casas: El médico veterinario que defiende la producción holística

Entrevista
Publicado el 12 de Abril 2023

Victor Manuel Casas: El médico veterinario que defiende la producción holística

Víctor Manuel Casas Pérez: El admirable el médico veterinario que defiende la producción holística.

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Víctor Manuel Casas Pérez nació en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México el 20 de agosto de 1937. Sus primeros estudios los realizó en la Ciudad de México y después fue a Estados Unidos a perfeccionar el idioma inglés. Se graduó como Médico veterinario Zootecnista en 1963 y realizó estudios de Maestría becado por la Fundación Rockefeller en 1966.

Al volver de sus estudios de Maestría, ingresó al Banco Nacional Agropecuario S. A., posteriormente Banco Nacional de Crédito Rural; llegó a ser gerente nacional de desarrollo agropecuario.

De 1966 a la fecha, ha sido profesor en la FMVZ a nivel licenciatura, promoviendo la producción ganadera desde el punto de vista holístico y con un objetivo claro: la sustentabilidad.

“Cuidemos la Tierra, sólo ella nos da la vida”.

Creyente fiel de la metodología holística; apasionado y preocupado por el devenir de la especie humana, trata de influir en sus estudiantes, académicos y productores. Para cerrar ésta semblanza, utilicemos dos de sus frases:

“Traten de dejar el planeta un poco mejor que como lo encontraron”

Él vive en un pequeño poblado del Estado de México, amante del campo como ha sido y es. Cada año convoca a amigos y alumnos a reforestar la zona donde vive. Para esto, recolecta las plántulas de los árboles de la región, los protege para que se logren y es lo que utiliza para la reforestación.

Tiene en su casa, tres cisternas recolectoras de agua de lluvia, aprovechando la pendiente del terreno y ahí aplica todos sus conocimientos holísticos produciendo diversos productos alimenticios para su consumo y para los animales que ahí se encuentran, utilizando las teorías aprendidas, además del holismo, la producción orgánica, permacultura, entre otras.

No desaprovecha ni un momento para transmitir sus conocimientos, concientizar a jóvenes y adultos, estudiantes o campesinos, para que amplíen su visión, pongan su corazón y todas sus habilidades para restaurar la tierra, el agua y el aire que son el sustento de nuestra vida.

Antes de retirarse de la docencia, decidió dejar un gran legado y parte de el se narra en la sig. entrevista:

¿Por qué siendo especialista en nutrición de rumiantes, se ha enfocado al Manejo Holístico de los Recursos?

No es Manejo Holístico de los Recursos es Manejo Holístico a secas. Es una larga historia, desde que yo entré a la FMVZ siempre me interesó la zootecnia, es decir el arte de la cría y mejoramiento de los animales que son útiles al hombre, sin embargo, yo comprendí que tenía que formarme de manera integral como médico veterinario y posteriormente a través de mi vida profesional y de mis estudios de posgrado, enfatizar en lo que a mí siempre me había interesado desde niño, que es la producción animal y el campo. De hecho, al terminar la carrera y aún antes, yo siempre manifesté con mis compañeros de carrera que al animal no podíamos verlo como si estuviera suspendido de 4 globos; yo me refería a una vaca.

Sino que teníamos que verla en su entorno, es decir, la importancia del medio ambiente.

Al terminar la carrera yo trabajé en Investigaciones Pecuarias tanto en Paso del Toro como en Cotaxtla, Veracruz, en aspectos muy específicos de la nutrición de rumiantes. En el primer caso con vacas lecheras de las razas Pardo Suizo, Holstein y Jersey y en el segundo, en la engorda en corral de toretes en unos casos y novillos en otros. La maestría fue en nutrición de rumiantes, por considerar que la nutrición es importante como premisa fundamental para la salud del animal. Por otro tipo de circunstancias, al regreso de la maestría no me involucré directamente con la investigación, sino que ingresé a trabajar en el Banco Nacional Agropecuario, porque consideré en aquella época, que, con buenos conceptos, con buenos fundamentos, el beneficio que podríamos proporcionar a losmproductores del campo en México, podría tener un efecto multiplicador más rápido. Ello me llevó a pensar que el rumiante era muy importante como elemento de desarrollo para mejorar el nivel de vida y la economía de los campesinos. A través de mi carrera en el Banco Nacional Agropecuario (1966-1975) y posteriormente en mi participación en la transformación de esa Institución en el Banco Nacional de Crédito Rural (1975), pasé de considerar exclusivamente la importancia del rumiante a un mayor interés por el ser humano y en el marco del desarrollo rural. Lejos estaba de adivinar que, en realidad, en el medio rural hemos caído en un grave deterioro y pérdida de valores y tradiciones agropecuarias.

Así fue como fui evolucionando en mi formación y empecé a tomar en cuenta la importancia de la educación de adultos, como parte de la incógnita de por qué no lográbamos penetrar en la utopía y en el corazón de los hombres, viendo como era difícil que los créditos que se apoyaban con estudios, con proyectos de desarrollo, sino existía de manera constante la estructura de profesionales mal llamados técnicos (teckné = mano: lo que hacemos con las manos), que proporcionaran asistencia constante, se venían abajo. Eso me dio a entender que algo estaba sucediendo, por lo cual nosotros los profesionales, al no tomar en cuenta de manera clara las tradiciones, las experiencias y las características del entorno, y con ello los por qué de la forma de ser de los productores mexicanos, el campo no iba a salir del desequilibrio y atraso en el que se encontraba. Ese pensamiento lo refuerzo por el hecho de que empezamos a vivir el fenómeno de carteras vencidas en la década de los 80.

Entonces la pregunta fue y es: ¿Por qué los créditos tan bien estructurados en teoría con un proyecto, con los mejores conocimientos de las universidades de la época (1960-1980), indicadores de productividad deseables, con las mejores ideas de reproducción, de genética, de nutrición, de producción forrajera y de instalaciones costosas diseñadas con criterio ajeno a las necesidades del animal, en la práctica no funcionaban? Incluso se acuñó la frase de: “Zonas de alta siniestralidad” para tratar de justificar los fracasos. Pero el siniestro ocurre cuando el hombre insiste en llevar a la práctica actividades productivas para las que no hay tradición, y los recursos disponibles no son idóneos para el fin que se persigue, y desafortunadamente, las cosas no funcionan, ni por deseo político, ni por imposición.

En 1986, cuando dejo la banca de desarrollo para pasar a la banca comercial, pero siempre en el campo agropecuario, ingreso a la División Agropecuaria de BANCOMER, específicamente al programa de crédito a Grupos de Productores de Bajos Ingresos (ejidatarios). Y trabajamos más directamente con productores en diferentes regiones del país, desde Aldama, Tamaulipas hasta Champotón en Campeche y del Soconusco, Chiapas a Sinaloa, y vemos o por lo menos yo así lo vi, al regresar a las zonas ganaderas del trópico, como en la fábula de Rip Van Winkley (personaje de la literatura sajona) que se quedó dormido al pie de un árbol 50 años y al despertar con su luenga barba, no reconocía a nadie ni los demás lo recordaban a él pero pensaba que el tiempo se había quedado detenido; así, la ganadería mexicana se había quedado estancada. Entonces en BANCOMER a instancias de un buen amigo, el Ing. Carlos Aguilar Valdés, con el apoyo del MVZ Juan Vázquez Marquez Director de ALBAMEX y el Ing. Armando Puente Berúmen de FERTIMEX, diseñamos unas pruebas (1987-1989), todavía con un criterio muy reduccionista, en las que aplicamos fertilización con productos químicos comerciales, alimentación complementaria a base de concentrados y rotación del pastoreo, con parcelas de prueba y testigos con 40 productores, la mayoría ejidales y más de 900 cabezas de bovinos, en las que se logró una productividad antes no imaginada, de 720-740 Kg. carne/ha. en promedio y en algunos casos superior a los 1,000 kg de carne por ha. Cuando en septiembre de 1990, planteo orgullosamente esos resultados en un taller de Ganadería con Rentabilidad, con un grupo en Albuquerque, Nuevo México, me dicen que qué bueno sería que lográramos eso, pero con una nueva filosofía para la toma de decisiones, de preferencia sin utilizar productos químicos.

Es entonces cuando conozco a un americano, Roberto Steger, que, en terrenos desertizados del suroeste de Texas, recupera la vegetación natural, en particular pastos altos y medianos que hacía siglos no se veían en la zona, que me doy cuenta de pronto, en el rancho de Susan Henke en noviembre de 1990, que había otras formas de pensar, y de enfocar y administrar, que pueden dar mucho mejores resultados, conservando el medio ambiente y que anteriormente era como si tuviéramos los ojos vendados. Es así como descubro el Manejo Holístico. 

¿Cómo surgió la idea de aplicar los conceptos de esta filosofía a la producción agropecuaria?

Esto nos lleva a una figura que se está volviendo legendaria, Allan Savory, nacido en Rodesia hoy Zimbawe quien recibió un importante reconocimiento en Australia por su labor en pro de la conservación del medio ambiente con un nuevo enfoque para la toma de decisiones. Desde niño le fascinaba la selva, el monte y la fauna silvestre en su tierra natal del sur de África. Y él de alguna manera, al igual que a mí mismo, le costaba mucho trabajo con sus superiores en el Departamento de Caza y Fauna poder estructurar proyectos con límites bien concretos. Yo creo que, de manera natural, él por su formación veía ya desde entonces el todo, por lo que fue natural en él observar que aquello que amaba se estaba deteriorando de manera irremisible, la fauna, la vegetación, los suelos, los ríos, “no por las razones normalmente aducidas, de sequías, distribución de la lluvia y otras, sino por la forma en la que los seres humanos siempre hemos tomado decisiones”. Su lucha por la conservación equitativa de los recursos en su Patria, lo llevó a ser líder de la oposición en el Senado y finalmente a participar en la guerra civil. Al término de la misma tuvo que abandonar su país por no estar de acuerdo en una política segregacionista entre blancos y negros, por lo que tuvo que emigrar, primero a Tabasco, luego al Caribe y finalmente a Nuevo México en los Estados Unidos, desde donde ha estado trabajando desde 1979 en difundir el Manejo Holístico.

Cuando platicamos Allan Savory y yo, le digo que hubiera cierto paralelismo en la forma de llevar la vida de él y la mía, en el sentido de que siempre estuvimos buscando soluciones a los problemas del campo. Evidentemente él vivió en un ambiente mucho más dinámico en muchos sentidos, lo que enriqueció su experiencia, y se cuestionó del que porqué la fauna silvestre, los animales salvajes, generalmente estaban en mejores condiciones en la naturaleza que los animales domésticos en los ranchos de los europeos en África, con todos los conocimientos de la época e inversiones en equipo, alimentos, medicamentos y  vacunas; los animales salvajes ni son vacunados, ni son desparasitados, ni reciben alimentación complementaria.  Entonces empezó a preguntarse los porqués, por qué sucedía esto. Para empezar, él fue incorporando cuatro factores básicos; primero les llamó: claves perdidas, ahora considera que son nuevos paradigmas. El primero, la necesidad de ver el todo. Holismo es una palabra acuñada por un estadista sudafricano Jan Christian Smuts, que en 1926 escribe un libro: “Holismo y Evolución” en donde él habla de que nuestro planeta no está construido por materia, sino por patrones flexibles y que todos los seres vivos estamos constituidos por las mismas fibras genéticas, y por lo tanto estamos interrelacionados unos con otros y con nuestro propio planeta. El segundo concepto es reconocer lo errático de la distribución de la humedad ambiental en el lugar en el que cada uno de nosotros estamos ubicados. El tercer concepto básico, consiste en retomar la importancia de los herbívoros en manada con su fauna acompañante de depredadores, cosa que en el mundo occidental se perdió en mucho, por la creencia de que el animal en confinamiento es más productivo sin cuestionar qué tan sustentable son esas formas de producción. El cuarto factor, que Allan Savory lo toma de André Voisin, el francés que inicia el pastoreo intensivo en la década de los años 50 es el factor tiempo, que nos señala que no es tan importante cuántos animales permanecen en un lugar, sino cuánto tiempo.

Pensemos por un momento en una manada de búfalos, de ñues o de cebras, como el caso de las migraciones de ñues del Serengueti al Norongoro, al pastar en determinado sitio antes de moverse a uno nuevo; acción en la que lo más importante es cuánto tiempo permanecen los animales en ese lugar y por qué se trasladan a otro. ¿Sequía, tormenta, ataque de depredadores? El hecho es que abandonan el sitio y con ello dan oportunidad a las plantas pastoreadas de iniciar su recuperación. Nosotros los seres humanos al considerar otras formas de producción, como es el pastoreo continuo, cuando permitimos a los animales herbívoros permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar (más de tres días), permitimos que una misma planta sea pastoreada hasta que sus reservas se agotan y muere. Por ello, es el ser humano el causante del deterioro del entorno y de la desertización.

Ahora bien, tu pregunta me lleva a manifestar, qué es lo primero que necesitamos para contemplar aplicar el Manejo Holístico.

Lo primero es contar con una fotografía instantánea del todo con el que estamos trabajando en este momento, las personas, que en un centro como éste en el que nos encontramos son: los trabajadores, los académicos, los estudiantes, las autoridades de la Facultad, nuestros proveedores, las autoridades locales, las organizaciones de productores y las instituciones de gobierno; los recursos con los que contamos pocos o muchos, como este lugar que tiene tierras muy degradadas, una vegetación muy pobre y por último el dinero, que en la actualidad a todos nos hace falta.

Ese es el primer requisito: definir el todo con el que estamos trabajando. Lo segundo, que es fundamental es definir una meta muy clara que se denomina Meta Holística. ¿Por qué Holística? Porque contempla todo lo fundamental para el ser humano. Holismo viene del griego que quiere decir TODO o el conjunto. Jan Christian Smuts, nos dice que el todo con el que nosotros estamos trabajando está inmerso en todos mayores o integrado por todos o conjuntos menores. En nuestro caso, los menores son los trabajadores, los grupos de estudiantes, los académicos; los todos mayores son: el municipio en el que estamos insertos, nuestra Facultad de la que formamos parte, nuestra Universidad, nuestro país, los productores de México, las relaciones de México por el Tratado de Libre Comercio, las relaciones con los demás países del planeta y el sistema solar en el que estamos ubicados.

Pero cuando Allan Savory determina y se pregunta por qué el hombre ha tenido fracaso tras fracaso y en ello México es riquísimo: nuestra historia de México nos habla de todas las culturas que ha habido en nuestro país como los olmecas, los teotihuacanos, los zapotecos, los mixtecos, los totonacas, los huastecos, toltecas o los aztecas y en todas esas culturas no hablan del preclásico, del clásico y el postclásico. Y bueno, la pregunta es, y por qué una cultura primero tiene inicios muy humildes, luego se desarrolla y llega a una cúspide, y como dice un historiador, llega el momento en el que esa cultura es un fruto maduro y cuando ese fruto maduro de repente se cae, se pudre, y en el proceso, agotó los recursos de su entorno y es lo que los hemos causado al medio ambiente. Al respecto, Allan Savory no dice que el común denominador en todo lo que el ser humano hace, es la forma en la que tomamos decisiones; razón por la cual él propone el Manejo Holístico como una estructura mental para la toma de decisiones para alcanzar cada uno de nosotros nuestra propia meta Holística que contemple: el cómo quiero vivir, no el nivel de vida, sino la calidad de vida; cómo tengo que trabajar para alcanzar esa calidad de vida y cuál es el futuro que yo quiero para mí mismo, para los seres que más quiero, para las personas que me rodean, para mi entorno, mi país, la sociedad, el medio ambiente.  Esa es la esencia del Manejo Holístico, ese todo con el que estoy contando, esa meta con la que voy a guiar mis acciones, mis pasos para actuar sobre el todo con el que estoy trabajando.

Si nosotros en este momento simplemente le echamos una ojeada al periódico de cualquier día, proliferan las noticias acerca de lo negativo que ocurre en nuestra sociedad, en nuestro pobre y pequeño México. Dificultades en el sector agropecuario, dificultades en las relaciones internacionales, una economía estancada, crímenes y pobreza, muertes innecesarias de jóvenes en la flor de la vida, pero carentes de valores fundamentales.

Nuestra capital, una mega ciudad que ya no tiene para donde crecer y que caerá por falta de agua potable arrastrando en su caída al resto del país.


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