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La humanidad a la conquista de Marte

Lo más importante
Publicado el 09 de Febrero 2022

La humanidad a la conquista de Marte

La humanidad a la conquista de Marte

Lo mas importante

¿Cómo colonizar Marte sin enviar humanos? Solo necesitamos tres instrumentos: un rover, un biorreactor y una impresora 3D. Todo gracias a una bacteria que produce hierro.

Una bacteria que produce hierro podría ser la clave para la deseada colonización del planeta rojo sin necesidad de enviar misiones espaciales con humanos, al menos en los primeros años . Este ambicioso plan ha sido desarrollado por el estudiante de doctorado en la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), Benjamin Lehner. Con este proyecto, solo sería necesario enviar un rover, un biorreactor y una impresora 3D para empezar a colonizar Marte. 

¿Por qué es tan interesante esta idea?

Cuando se trata de planificar futuras misiones al espacio, uno de los aspectos más importantes es el uso de recursos locales y robots autónomos. Este proceso se conoce como Utilización de recursos in situ (ISRU, por sus siglas en inglés), que reduce la cantidad de equipos y recursos que deben ser enviados o traídos por una tripulación de misión. Mientras tanto, los robots autónomos pueden ser enviados mucho antes que la tripulación y tener todo listo para cuando aterricen.

De esta manera, las bacterias pueden extraer hierro del suelo extraterrestre, que luego se utilizaría para imprimir en 3D componentes metálicos que servirían para construir una base marciana. En su tesis, Lehner plantea el despliegue de una misión sin tripulación a Marte que convertirá el regolito en metal utilizable mediante un biorreactor lleno de bacterias, lo que permitiría la creación de hábitats marcianos para las misiones sin la necesidad de tripulación presente el envío de suministros por adelantado. 

¿Cómo se haría exactamente?

Un rover, básicamente una pala robotizada, llevará la tierra a un biorreactor lleno de bacterias, que consumirán la tierra rica en hierro pero inutilizable y la digerirán en un óxido más útil. Después de esto, una impresora 3D puede hacer herramientas y cualquier cosa que los futuros colonos puedan necesitar.

El lado negativo

Sembrar Marte con bacterias tendría un incoveniente: arruinaría por completo los intentos de los astrobiólogos de encontrar rastros de vida extraterrestre en el planeta. Para evitar la contaminación entre planetas, Lehner diseñó un sistema de circuito cerrado -una cámara sellada- para recolectar suelo marciano, extraer minerales y convertirlos en materiales útiles como tornillos, tuercas, placas de hierro, etc. Sin contaminar el suelo de Marte. 

Dentro del biorreactor, las bacterias se alimentarían con microalgas, que dependen de la luz solar y el CO2 de la atmósfera marciana para crear nutrientes y oxígeno. También producen residuos orgánicos residuales, que los primeros astronautas en Marte podrán extraer y utilizar como compost.

Otro punto a tener en cuenta, sería el tiempo. Lehner y su equipo calcularon que un reactor de 1400 litros puede producir hasta 350 kg de material en un año. Aunque es una buena idea se trata de un proceso lento, pues el trabajo sugiere que la bacteria tardaría años en producir suficiente hierro para ser útil, por lo que no podríamos tomarlo como un plan de respuesta rápida a los actuales desafíos de la colonización espacial.

Y esto asumiendo que el sistema de terraformación propuesto es realmente factible. 

Estación Espacial Internacional

Actualmente se está investigando una idea muy parecida a bordo de la ISS, un biorreactor que depende de las algas para proporcionar soporte vital y un suministro constante de nutrientes. Cuando las misiones a la Luna y Marte se vuelvan frecuentes, será habitual ver robots equipados con impresoras 3D. 

El plan de Elon Musk para colonizar Marte en 2022

El jefe de la compañía SpaceX, Elon Musk, ha anunciado un primer viaje al planeta rojo para 100 personas en 2022. 

El Congreso de Aeronáutica Internacional ha sido el escenario escogido por el inventor y físico Elon Musk para presentar mediante la charla “Haciendo a los humanos una especie interplanetaria”, y a través de su compañía SpaceX, su plan de construir una ciudad autosostenible en Marte, nuestro vecino planeta rojo. 

Uno de los detalles más sorprendentes ha sido sin duda el “Sistema de Transporte Interplanetario” que llegará a Marte con la primera tripulación de seres humanos de la historia. Su sistema de cohetes reutilizables que pondría la nave en órbita y regresaría posteriormente a la Tierra de forma autónoma a por una nueva cápsula, resume la sencillez y complejidad a la vez de este proyecto.

Respecto a las características de la nave, el cohete, por ejemplo, bautizado como BFR (Big Fucking Rocket) tendrá un potencia estimada de 127.800 kilonewton durante el despegue y un sistema de paneles solares con la capacidad de generar hasta 200kW de potencia durante el viaje, que se realizaría a unos 100.800 km/h (con unos 80 días de periplo). Su altura será de 122 metros.

La nave BFS (Big Fucking Spaceship) con un diámetro de 17 metros, transportaría entre 100 y 200 personas cada 26 meses -tras unos días previos de entrenamiento- y será la más grande que se haya construido hasta ahora.

Según ha calculado Musk, colonizar Marte será posible con una comunidad autosostenible de no menos de un millón de personas, algo que probablemente nos lleve casi un siglo.

El que fuera cofundador de la empresa PayPal, también dio a conocer un vídeo en el que desvela cómo sería el viaje de la nave espacial desde su despegue en la Tierra hasta su aterrizaje en Marte.

No sabemos cuánto costará el billete a Marte, pero Musk asegura que sería tan asequible como comprar una casa en la Tierra, una cifra que rondará entre los 88.900 y los 177.800 euros. Eso sí, si alguien quiere volver a casa, el billete de vuelta será gratuito. 

¿Por qué colonizar Marte?

Existen varias razones para pensar en Marte como uno de los mejores lugares por el que comenzar la expansión fuera de nuestro propio planeta. En primer lugar, Marte tiene una gravedad y una constitución similar a la Tierra. También una composición geoquímica parecida. Actualmente tiene atmósfera, algo que es muy importante para que su habitabilidad sea posible. Y por si todo esto fuera poco, en un momento de su pasado, estamos convencidos, tuvo océanos, ríos y lagos de agua. Ahora mismo la superficie del planeta está helada y yerma, pero resulta relativamente habitable. Aunque Marte no es el único candidato para ser colonizado en nuestro sistema solar, sí que parece el más idóneo. 

Una vez allí, en primer lugar, podremos aprender más sobre otros planetas y cómo continuar nuestra conquista del espacio. 

En segundo, expandiremos el terreno necesario y los recursos disponibles para nuestra especie. Otra cosa, probablemente más inmediata e importante, es que conseguiremos construir nuevas bases de apoyo para continuar con la exploración espacial, pudiendo realizar nuevas y más complejas operaciones para que nuestras sondas lleguen aún más lejos. En definitiva, colonizar Marte es un objetivo muy interesante desde cualquier punto de vista, sin lugar a dudas. Pero, ¿cómo lo haremos?

Primer paso: llegar a Marte

Lo primero es lo primero. Y en el caso de la conquista espacial esto pasa por desarrollar un viaje seguro, práctico y asequible. Actualmente existen varios proyectos reales que pretenden construir vehículos interplanetarios. Lo que sabemos hasta la fecha es que la NASA, ayudada por otras agencias aeroespaciales, están manos a la obra en la construcción de vehículos modulares que transporten a astronautas de forma segura en el viaje de aproximadamente dos años que hay hasta el planeta rojo. Por otro lado, China pretende llegar a Marte en 2020, aunque no ha trascendido más información. En cualquier caso, el comienzo de la misión, teniendo en cuenta dichas fechas, no tardará. El Roscosmos ruso y la Agencia Espacial Europea pretenden llevar un robot a Marte en la misión Exomars. 

Aunque todo esto palidece ante los planes de la agencia privada SpaceX, de Elon Musk. Tal y como afirma el CEO de algunos de los proyectos más importantes de la época, la compañía pretende pisar, literalmente, Marte en 2025. Estas fechas, huelga decir, parecen un tanto exageradas, según afirman los expertos de las agencias. Pero Musk ha presentado ya algunos de los puntos clave para la colonización marciana. En primer lugar, ya ha manifestado la intención de “reciclar” parte de sus cohetes, algunos de los más avanzados hasta la fecha, para construir lo que sería la primera nave interplanetaria del mundo.

Y la presentaba durante el pasado International Astronautical Congress de Adelaide, Australia. El Sistema de Transporte Interplanetario sería una enorme nave, muy parecida a los actuales cohetes, pero con una carga sustancial dedicada a los recursos necesarios para construir una pequeña base en Marte. Esta nave sería lanzada, según Elon Musk, en 2022, para que llegase a Marte en 2024. Así, cuando los astronautas alcancen la superficie del planeta tendrán varios recursos imprescindibles para comenzar a trabajar. 

¿De qué recursos estamos hablando?

Construir en el planeta rojo

Ya hemos llegado a Marte. ¿Y ahora qué? Ahora toca construir un módulo habitable. Y también los medios necesarios para volver a la Tierra. Esto, por ejemplo, sería posible con cohetes como los de SpaceX, capaces de aterrizar y ser reutilizados. Pero todavía no nos vamos. Pensemos qué queremos construir porque, al fin y al cabo, somos la avanzadilla de la humanidad en el planeta rojo. En primer lugar, nuestro módulo habitable ha de tener todo lo necesario para poder sobrevivir en un planeta que no tiene nada. En segundo, un laboratorio que nos permita obtener la información que hemos venido a tomar. En tercero, y no menos importante, los módulos de terraformación adecuados.

¿En qué consiste la terraformación? 

Así llamamos a la transformación de un terreno inhabitable, como lo sería Marte, para convertirlo en un sitio adecuado para la vida. Por ejemplo, necesitamos crear oxígeno para convertir la tóxica atmósfera de Marte en algo más apropiado para nuestros pulmones. También necesitamos adecuar un terreno para poder plantar y crear una comunidad sostenible que permita seguir ampliando la base que tenemos entre manos. La intención, como decíamos, es crear un lugar en el que, a la larga, podamos asentarnos definitivamente. 

El punto más inmediato es el de la atmósfera, ya que todo lo que conocemos necesita respirar. Por suerte, un reciente estudio mostraba la capacidad de generar oxígeno a partir de plasma frío y dióxido de carbono. Y Marte tiene una atmósfera compuesta en un 96% de este gas. Un equipo de la Universidad de Lisboa, la Universidad de Porto y la École Polytechnique de París, demostró que Marte contiene la concentración adecuada para producir una descomposición de CO2 que fabrique oxígeno gracias a una reacción atérmica con plasma, es decir, que no necesita de aporte energético.

Gracias a los materiales llevados de antemano por el Sistema de Transporte Interplanetario, los cuales podrían transportar un sistema de creación de oxígeno, podríamos tener una atmósfera adecuada y la posibilidad de generar agua. Es un primer paso. También dispondríamos de un vehículo de vuelta, aunque esto todavía no está del todo claro ya que necesitamos seguir desarrollando vehículos reutilizables. Eso sin contar con que tendríamos que transportar el combustible necesario para poder escapar de la gravedad de Marte en un cohete. Entonces, ¿veremos a algún astronauta pisar el planeta rojo en 2030, por ejemplo? Es difícil de saber. Pero, al menos, ya tenemos solucionados algunos de los aspectos cruciales. Ya nos queda menos para visitar a nuestro vecino. 

NASA revela su plan para convertir a Marte en un planeta habitable.

Científicos de la agencia espacial estadounidense consideran la opción de construir un campo magnético artificial en Marte para poder propiciar la colonización. 

Marte es uno de los planetas más interesantes para la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA), un astro con un paraje árido, polvoriento e inhóspito que ha permanecido así por milenios. Sin embargo, investigaciones recientes señalan que hubo un momento en que pudo haber sido apto para albergar vida.

De acuerdo con los astrobiólogos, el apodado “planeta rojo” pudo sufrir un cambio radical en su atmósfera durante algún punto de su historia natural, fenómeno que eliminó las posibilidades de propiciar el crecimiento de la vida en él y convirtiéndolo en el desierto expuesto a la radiación del universo que es actualmente.

A pesar de ello, tanto instituciones privadas como gubernamentales continúan planeando enviar misiones tripuladas y demás dispositivos de exploración, como es el caso del rover “Perseverance”, quien se encuentra analizando la superficie marciana para intentar determinar cómo había sido la vida ahí, o por lo menos si eso fue posible en algún momento.

Después de los resultados obtenidos por el rover, la NASA prevé que el siguiente paso a la colonización de Marte es la creación de un campo magnético artificial a su alrededor.

En una entrevista para “Muy Interesante”, la astronauta mexicana, Carmen Félix, afirmó que se encuentran listos para comenzar a enviar misiones tripuladas a Marte, sin embargo, el nivel actual de radiación que conserva el planeta podría causar que los astronautas desarrollaran algún tipo de cáncer.

Respecto a esta situación, la experta mencionó que esto se debe a que una vez fuera de la atmósfera terrestre, la protección del campo magnético de nuestro planeta se pierde completamente, por lo cual, para hacer que Marte se convierta en un espacio habitable es necesario la construcción de un campo magnético artificial.

Pero tal vez te preguntes…. ¿Qué hace tan especial al campo magnético terrestre? Lo qué sucede es que es gracias a este ‘escudo natural’ que podemos protegernos de la radiación del sol, estrellas y demás cuerpos celestes, mismas que limitan la posibilidad de colonizar cualquier otro planeta, pues el riesgo de vivir sin este campo es potencialmente mortal.

De acuerdo con el sitio Science Alert, las personas que vayan al planeta rojo podrán investigar, construir y tal vez en un futuro no muy lejano llegar a establecerse ahí, de forma más segura, protegidos contra el viento solar y las partículas ionizantes.

Registros de la NASA señalan que el núcleo de la Tierra es quien produce el campo magnético y es precisamente desde allí que “la convección de las aleaciones de hierro” lo genera alrededor del planeta, según declaró el científico Brian Koberlein para Universe Today.

A diferencia del núcleo terrestre, Marte posee un centro frío y pequeño. Sin embargo, a pesar de las varias ideas propuestas para su activación, mismas que incluyen comúnmente el uso de solenoides orbitales, ninguna ha dado resultados prometedores. 

Lucha contra el cambio climático

“Marte debería de abrirnos los ojos ante los cambios irreversibles”, afirmó el científico López Valverde y señaló el cambio climático como un problema a tener en cuenta. Los científicos que alertan sobre este fenómeno trabajan con los mismos instrumentos y teorías que se utilizan en Marte y “llevan tiempo avisando de que el calentamiento del planeta está alcanzando niveles que llevan a evidencias claras de que existe”.

La concienciación en una de las claves para luchar contra este fenómeno, según apunta el investigador de IAA. Pero hay un problema: “Hay cierto lider mundial que está empeñado en que esto no existe y eso es peligroso, sobre todo porque es del país que más invierte, hasta ahora, en investigación”. “La comunidad científica tiene que lanzar un mensaje claro: no hay duda de que hay cambio climático, hay un consenso absoluto y la actuación debe ser urgente”.


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