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El plástico y una pandemia

un salto a la naturaleza
Publicado el 14 de Enero 2021

El plástico y una pandemia

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Greenpeace advirtió que a causa de la pandemia, el consumo de plásticos desechables ha aumentado y esto es un riesgo para los mares.

 

No sólo mascarillas y guantes, también empaques de plástico de comida y otros productos a domicilio están inundando calles, vertederos y océanos durante la pandemia, algo que cuesta millones de dólares a las economías y representa una grave amenaza para los ecosistemas. La conferencia de la ONU para el comercio asegura que se necesita la cooperación entre países y el desarrollo de políticas comunes para detener este problema que ya existía pero que se ha exacerbado con la emergencia.

 

Cerca del 75% del plástico generado por la pandemia de COVID-19 como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares, con un grave costo para el medio ambiente y la economía, alertó este lunes en un comunicado la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

Aunque las medidas de confinamiento alrededor del mundo han generado una dramática caída del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento de los desechos plásticos que ya se ven en calles, playas y el océano está teniendo un impacto negativo en la naturaleza.

"La contaminación por plásticos ya era una de las más grandes amenazas a nuestro planeta antes del coronavirus. El rápido aumento en el uso diario de ciertos productos que ayudan a proteger a las personas y a detener la propagación del virus está empeorando las cosas", explicó Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional de la UNCTAD.

Por ejemplo, durante el confinamiento de ocho semanas de Singapur, el cual se empezó a levantar el 1 de junio, los 5,7 millones de residentes de la ciudad-estado desecharon 1470 toneladas adicionales de envases de plástico de comida para llevar, revela una encuesta citada por el periódico Los Angeles Times.

Los efectos negativos indirectos de los desechos de plástico para la pesca, el turismo y el transporte marítimo, suman unos 40.000 millones de dólares en pérdidas cada año, calcula el Programa de la ONU para el Medio Ambiente

Impacto en la vida silvestre 

Guantes desechables, mascarillas y otros equipos de protección individual (EPI) son fundamentales para quienes luchan contra la pandemia, pero también son muy utilizados por el público. Debido a que no siempre se eliminan adecuadamente, los ecologistas temen consecuencias negativas para la vida silvestre y la lucha contra la contaminación por plásticos.

“Si se tiran a la calle, cuando llueve, los guantes y las mascarillas terminan en el mar”, explica Anastasia Miliou, bióloga marina y directora de investigación del Instituto Archipiélago de Conservación Marina, con sede en Grecia.

Los problemas de gestión de residuos son sistémicos en Grecia, y por ello incluso los guantes y las mascarillas que se desechan a la basura pueden terminar en el medio ambiente. También en Hong Kong, donde la basura es rara, existen otras formas en que las mascarillas pueden llegar al mar, según Stokes.

 

“La gente va caminando, saca su cartera y del bolsillo cae accidentalmente una mascarilla”, explica, añadiendo que incluso si se echan a la basura, son lo suficientemente livianas como para volar. Y una vez que entran en el agua, representan una amenaza para la vida marina.

“En las aguas de Hong Kong, tenemos delfines rosados y tortugas verdes que pasan por este lugar”, alerta Stokes. “Un estudio publicado recientemente mostró que el plástico acaba poblándose de algas y bacterias cuando lleva tiempo suficiente en el agua y oliendo a comida para las tortugas”.

El reciclaje correcto de las mascarillas es un problema

Por otro lado, los EPI que no acaban en el medio ambiente ni en el mar, tampoco son necesariamente fáciles de tratar, según Joan Marc Simon, director ejecutivo de Zero Waste Europe, una ONG con sede en Bruselas.

Señala el plan de reciclaje europeo, según el cual los minoristas y productores pagan por la recogida y el tratamiento de los envases plásticos. Como los guantes no se consideran embalaje, no se pueden poner en los contenedores de reciclaje de los hogares, explica Simon.

Incluso los guantes de látex natural, no siempre son una opción ecológica, según Simon. Depende de los aditivos químicos utilizados en su producción, algunos de los cuales pueden dañar el medio ambiente cuando se descomponen.

Aunque es comprensible un retroceso en las prácticas de sostenibilidad en una crisis, dice Richard Thompson, profesor y director del Instituto Marino de la Universidad de Plymouth, abordar la crisis de los residuos plásticos significa no perder de vista el ciclo completo de un producto, desde su diseño hasta el final de su vida útil. 

“Esto debería ser lo mismo tanto si se trata de una botella de limonada como de una mascarilla que se utiliza en un hospital”, señala Thompson. “Por supuesto, no ayuda que estemos en esta época de crisis, particularmente cuando todo el mundo quiere una mascarilla”.  

Aún así, la portavoz de la Comisión Europea para asuntos medioambientales, Vivian Loonela, declaró recientemente a EurActiv que es demasiado pronto para evaluar el impacto del coronavirus en la cantidad total de residuos plásticos generados en 2020.

¿Cuáles son las opciones sostenibles en esta pandemia?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo a DW que lavarse regularmente las manos ofrece mayor protección para frenar el contagio de la COVID-19 que el uso de guantes de goma cuando se está en áreas públicas, mientras que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EU afirman que las mascarillas de tela lavables ofrecen la protección necesaria para el público. 

A su vez, los EPI empleados en el sector sanitario en gran parte no son reciclables ni reutilizables, pero están surgiendo innovaciones sostenibles.

En EU., el fabricante de automóviles Ford está produciendo batas reutilizables a partir de materiales de los airbags que pueden lavarse hasta 50 veces, mientras que la Universidad de Nebraska está probando si la luz ultravioleta podría descontaminar y prolongar la vida de las mascarillas quirúrgicas y, por lo tanto, reducir los desechos.

Simon, de Zero Waste Europe, cree que los países no deberían tener que elegir entre la protección del medio ambiente o de la salud pública. 

“Eso es lo que está sucediendo actualmente”, critica Simon. “En el futuro tenemos que asegurarnos de estar preparados para pandemias como esta y enfrentarnos a ellas de una manera sostenible. No tiene por qué ser una cosa a expensas de la otra”, concluye.

Este contenido se publicó originalmente en DW.COM 

https://news.un.org/es/story/2020/07/1478011


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