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Año nuevo y la falsa fantasía del cambio

No te desmotives!
Publicado el 14 de Enero 2021

Año nuevo y la falsa fantasía del cambio

 

Nos queda claro que el año pasado fue casi un piloto automático, para muchos hubo pérdidas, otros aprendieron a convivir con quien solo veían por las noches y algunos otros a adaptar nuestra vida a un espacio en el casi no convivimos.

 

La pandemia nos ha robado un año, pero también nos ha hecho valorar cosas que dábamos por hecho, desde un abrazo a una conversación. Su lección más valiosa debería llevarnos a replantearnos nuestra relación con el trabajo, las personas que queremos y la gestión de nuestro tiempo.

 

Pero¿Cuál es la psicología que hay detrás de los propósitos de año nuevo? ¿Qué pasa con el nuevo año que nos hace sentir que todo será diferente?

 

Según diversas investigaciones, solo el 10 % de las personas mantienen sus propósitos durante más de varios meses. No obstante, cuando se trata de malos hábitos es muy fácil recaer. Los propósitos de año nuevo suelen plantear un cambio en el estilo de vida, lo que también implica modificar un comportamiento que se ha vuelto habitual.

Así, el principal motivo por el que las personas no consiguen mantener sus propósitos es que no son demasiado realistas. También podrían padecer el denominado ‘síndrome de la falsa esperanza’, que se caracteriza por las expectativas poco realistas de una persona sobre la velocidad, la facilidad y las consecuencias de modificar un comportamiento.  

 

Aunque a muchas personas les parece que lo único cambiará es un número en el calendario, lo cual hace que el 2021 se sienta como volver a cargar una página de internet congelada. Ni siquiera hay otra fecha para la que se pueda marcar una cuenta regresiva. Si te preguntas cómo puedes prepararte para los meses monótonos por venir —y quizá incluso encontrar un poco de alegría en la próxima temporada— aquí te damos algunos consejos.

Planea pequeñas recompensas

Si eres el tipo de persona que goza de crear una hoja de cálculo el 1.° de enero para planear el año que viene, relájate. De todos modos puedes planear pequeñas cosas que te entusiasmen, dijo Bethany Teachman, profesora de psicología en la Universidad de Virginia. Ya que muchos de los planes habituales de su familia para esta temporada quedaron truncados —al igual que los de todos los demás— cada integrante puede escoger una actividad. Por ejemplo: a petición de su hija mayor, fanática del programa de televisión gastronómico “The Great British Baking Show”, la familia decidió “comprar un montón de ingredientes para hornear y preparar algo muy complicado que se vaya a desbaratar”, explicó Teachman. Planea “cualquier cosa que te brinde algo de alegría” tan seguido como puedas durante los próximos meses, recomendó.

Define qué es importante

En vista de que las restricciones no se relajarán hasta dentro de varios meses, la pandemia puede parecer un castigo interminable. Aunque quedarse en casa sin poder viajar no es para nada lo mismo que estar literalmente en prisión, hay algo que puedes aprender de los presos que saben adaptarse a las condenas largas: definen (o redefinen) lo que es importante, afirmó Mitch Abrams, psicólogo que supervisa los servicios de salud mental de las prisiones del estado de Nueva Jersey.

 

Abrams suele hacerles a sus pacientes una serie de preguntas, como: ¿qué y quién es importante para ti? ¿Cuál quisieras que fuera tu legado? ¿Cómo estás dispuesto a esforzarte para lograr lo que quieres bajo estas circunstancias? Y esta: “Somos seres sociales. Las circunstancias a veces dificultan que entablamos, cultivemos y nutramos relaciones, ¿cómo puedes nutrir tu relación contigo mismo, de manera que puedas hacer lo mismo con tus relaciones con otros?”.

Abrams relató que trabajar en prisiones durante 21 años le ha enseñado dos cosas. La primera es que los humanos son increíblemente resilientes y adaptables; la segunda es que la felicidad viene del interior de las personas. “Cuanto más puedas apreciar lo que tienes, mejor estarás”, afirmó. “No me refiero necesariamente a cosas materiales. Puede ser tu cordura, puede ser tu salud”.

Mantente en el momento presente

La psicología de los deportes de resistencia nos dice que el cuerpo es capaz de mucho más de lo que el cerebro cree. (Si alguien te hubiera dicho en marzo cuánto tiempo duraría la pandemia, ¿habrías pensado que podrías tolerarla?) Así que enfócate en el momento presente, no en la magnitud entera de la situación.

La ansiedad nace de imaginarte el futuro, pero “si mantienes tu energía concentrada en el momento presente y no contemplas cuántos kilómetros te faltan por recorrer, a veces puede sentirse fácil”, dijo Jo Daniels, académico sénior de psicología clínica en la Universidad de Bath, en Inglaterra, y autor de un estudio sobre lo que causa ansiedad y depresión durante la cuarentena.

¿Cómo puedes mantenerte en el momento presente? Hay muchos tipos de ejercicios de conciencia plena, pero hay uno que consiste en enlistar cinco cosas por las que te sientes agradecido, sin importar cuán pequeñas sean… sí, puede ser una taza de café caliente. Cuando te sientas abrumado, piensa solo en lo que necesitas hacer para sobrellevar la próxima hora o el próximo día, no la semana ni el mes que viene.

 

El estudio de Daniels sobre la pandemia reveló que las estrategias negativas para salir adelante —como comer o beber en exceso repetidas veces— tenían un mayor impacto en los niveles de ansiedad y angustia de las personas que las estrategias más positivas, como buscar apoyo. “El mensaje es: ‘Intenta hacer las cosas buenas, pero definitivamente no hagas las cosas malas’”, advirtió Daniels. Nadie está sugiriendo que debas renunciar a tu coctel al final del día o a tu pastelito de la tarde. Los problemas surgen cuando recurres a esas cosas una y otra vez para cambiar tu estado de ánimo, y después te sientes culpable por hacerlo, explicó.

Toma el control

Si te sientes como un rehén de la pandemia es porque la situación actual sí tiene un factor en común con la sensación de estar cautivo, saber: plantea un futuro fundamentalmente incierto, comentó Emma Kavanagh, que solía ser psicóloga en la policía y el ejército de Gales del Sur y que ha impartido clases sobre la psicología de las negociaciones en casos de toma de rehenes. Las personas que suelen conservar más estabilidad mental en situaciones de secuestro suelen esforzarse por recobrar algún tipo de control sobre su entorno, con afirmaciones como: “Voy a caminar 100 pasos alrededor de mi celda hoy” o “Voy a hacer 50 lagartijas”.

“Contar con algo que podamos decidir y activar puede ayudarnos a recuperar esa sensación de control”, escribió Kavanagh en un correo electrónico. El ejercicio es una buena opción porque libera endorfinas, pero ese algo no tiene que hacerte sudar. Puede ser cualquier cosa que te haga sentir en control de tu propia experiencia diaria, ya sea una rutina o un pequeño ritual diario.

Busca flexibilidad y tolerancia

A veces la ciencia confirma el sentido común, como sucedió con una serie de estudios publicados en octubre en la revista Frontiers in Psychology que analizaban cómo la incertidumbre dificulta la perseverancia. En uno de los estudios, a algunos participantes se les dijo que darían un discurso (una tarea que en sí misma induciría ansiedad), a otros que calificarían los discursos y a un tercer grupo que se había producido un problema técnico y que descubrirían luego lo que iban a hacer. Luego, todos los grupos trabajaron en anagramas complejos, y el grupo que no sabía qué tarea se les asignaría hizo el menor número de intentos para resolver los acertijos. (Quienes pensaban que tendrían que dar un discurso fueron los siguientes).

Una teoría explica esta situación al asumir que cuando las cosas son inciertas, “la gente está ahorrando toda su energía para lo que no saben que está por venir”, dijo Jessica Alquist, profesora asociada de psicología en la Universidad Texas Tech e investigadora principal del estudio. “La incertidumbre podría ser una señal para que nuestro cerebro lo bloquee todo”.

Las personas que experimentan menos parálisis al pensar, las que manejan mejor la incertidumbre, son las que son más flexibles, dijo Teachman, que ha estudiado la incertidumbre. Si encuentras que estás en una espiral, pregúntate si te estás anticipando o suponiendo lo peor. ¿Puedes pensar en esta situación de otra forma?

También puedes pensar en alguien a quien admiras en términos de la forma en que esa persona lidia con el estrés y preguntarte cómo respondería a esta situación. Los que suelen ver el vaso medio vacío, no se preocupen: esto no significa que siempre deban asumir que las cosas irán bien. “No existe una forma correcta de pensar en las situaciones porque nuestro contexto cambia constantemente y las exigencias cambian constantemente”, dijo Teachman.

 

La tolerancia a la incertidumbre también es algo en lo que puedes mejorar, incluso en medio del confinamiento. (¿Tal vez sea un buen propósito de Año Nuevo?) He aquí cómo: intenta hacer algo nuevo que no hayas probado antes, preferiblemente algo que te asuste un poco. Teachman ha probado el paracaidismo y el puenting en un intento por esforzarse, pero no tienes que ir tan lejos. Podría ser algo como enviarle un mensaje a alguien que conociste y que pensaste que se convertiría en un amigo, pero nunca le hiciste seguimiento, o expresar tus comentarios a alguien cuando normalmente te quedarías callado. La idea es hacer algo que no sepas muy bien cómo va a resultar, porque eso te obliga a tolerar la incertidumbre.

“Puedes hacerlo”, dijo Teachman. “Es incómodo mas no es peligroso”. (A menos que elijas saltar de un avión).

Copyright: c. 2021 The New York Times Company


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